El óxido de zirconio (también llamado zirconia) es un material cerámico cada vez más demandado en odontología para confeccionar restauraciones dentales, sobre todo en fundas y coronas sobre implantes.

El zirconio es una de las mejores opciones a disposición del paciente dental, por su excelente estética y funcionalidad. Se trata de un material relativamente nuevo, que ofrece importantes ventajas respecto al metal-porcelana que han venido usando tradicionalmente los protésicos dentales para confeccionar coronas y fundas.

¿Coronas de zirconio o de metal-cerámica?
En los pacientes con problemas periodontales, la encía se retrae, dejando al descubierto parte de la raíz del diente. Una recesión gingival, en quienes tienen fundas o coronas de metal-cerámica, dejaba al descubierto la parte metálica, arruinando el aspecto de su sonrisa.

Las coronas de zirconio son totalmente cerámicas, por lo que desaparece el problema. Debido a esto, las restauraciones con zirconia son especialmente recomendables en el frente estético de los dientes: aquellas piezas que quedan a la vista cuando el paciente habla o sonríe.

Estética del zirconio
Además, las fundas, coronas, carillas… de zirconio son de un color similar al del esmalte. También dejan pasar cierta cantidad de luz a través de ellas, igual que los dientes naturales, y así no tienen el color “artificial” de muchas reconstrucciones con porcelana.

Cada corona de zirconio se diseña de forma individualizada con un software específico que se manufactura en máquinas especiales. Después, la corona admite tantos retoques por parte del protésico y el odontólogo como sean necesarios.

Ventajas del zirconio

Nada de esto sería relevante si la zirconia no tuviera sus excelentes propiedades físicas. Cada corona de zirconio se fabrica a partir de un mismo cristal de óxido de zirconio: así son mucho más resistentes que las parcialmente cerámicas, que se realizan a partir de moldes y tienen partes fusionadas.

Su dureza y resistencia a las fuerzas mecánicas que se producen durante la masticación, hacen que las coronas de zirconio sean virtualmente indestructibles.

Por si fuera poco, además de extraordinariamente dura y resistente, la zirconia es un material 100% biocompatible. Gracias a ello, ya existen implantes dentales fabricados en zirconio, para los pacientes que tienen alergia a los metales o problemas de osteointegración con el titanio.

Debido a esto, las coronas de zirconio suelen tener un precio mayor que las que se realizan con porcelana, pero muchos pacientes, por las razones que hemos explicado en este artículo, consideran que merece la pena.